La verdad es que no es tan fácil coincidir con tu pareja en las ganas de tener relaciones sexuales, así que probablemente vayas a sentirte identificado
La libido suele ser fluctuante y se ve afectada por distintos factores: estrés , cansancio , ansiedad, problemas en la relación de pareja, etcétera. También puede que ambos miembros de la relación hayan tenido la libido alta en un momento del día pero no se encontraban juntos en ese momento . O bien quién tiene ganas no toma la iniciativa y no lo comunica.
Si tu pareja es receptiva a la búsqueda no pasa nada, tampoco es que siempre deba serlo, pero si nunca tiene ganas puede volverse un conflicto e la relación, pues quien busca comenzará a sentirse rechazado, no deseado y probablemente abandonará la búsqueda.
Para ello es sumamente importante comunicarse. Hablarlo y tratar de afrontarlo, buscando las razones que hacen que exista esta asincronía. Es importante que la persona que tenga menos ganas no se sienta presionada.
Fundamenta, dar la importancia que tiene. Si la diferencia es moderada y la relación de pareja compensa en otros aspectos, se debe intentar relativizarlo, siempre que no exista excesiva frustración sexual. En cambio, si esta diferencia sexual es muy grande y la frustración que se siente es elevada es conveniente buscar ayuda con un profesional.
Hagan actividades en conjunto, busquen actividades que activen a la pareja y traten de cambiar un poco los estilos de vida y volver a sincronizarse un poco. Innovar un poco y huir de la rutina sexual, para esto puedes incluir algún consolador, vibrador, estimulador o algún producto de cosmética erótica que puedan hacer que la relación sexual sea diferente.
Asumamos que el deseo no se puede modificar radicalmente.
Escuchemos a nuestra pareja en sus necesidades. Aveces nos olvidamos de prestar la atención y no recordamos que la pareja esta ahí.