La sexualidad por mucho tiempo ha estado relacionada a la genitalidad, a la descarga tensional por el ritmo de vida de una sociedad acelerada y como un medio para obtener la gratificación inmediata. Sin embargo, hoy día son cada vez más las personas que concuerdan que dicha sexualidad está en crisis

Sucede que cuando el acto sexual se convierte en un deber, algo que tengo que hacer para recordarle a la otra persona que aún lo o la amo y/o que me importa, genera peso.

La sexualidad sagrada ve el sexo como un acto a través del cual podemos acceder a experiencias trascendentes de amor, unidad y sanación ¿Cómo se logra? La energía sexual es estimulada a través de la excitación sexual activando esta energía en el sacro (raíz de la palabra sacra en latín que significa sagrado) para luego ascender por toda la columna vertebral, tocando y activando los diferentes centros de energía o chakras. Vista la sexualidad de esta forma, el orgasmo y la eyaculación pueden o no estar presentes en el acto sexual puesto que no son el objetivo principal del mismo, sino más bien la posibilidad de entrar, a través de un otrx, en un nivel de contacto mayor con unx mismx y descubrirse en otro nivel de experiencia humana. Es decir, ampliamos y elevamos nuestra conciencia individual mediante una perfecta alineación energética con un otrx

Entender lo anterior nos permite apreciar que no es tan importante la cantidad de veces que tengamos sexo en la semana, sino el grado de conciencia que implique ese acto.